Es evidente que las personas que abandonan su tierra natal lo hacen para mejorar su calidad de vida, bien porque ésta fuera muy mala, o bien porque la que se labrarán en otras tierras será mejor, también quienes sufren persecución por diversos motivos terminan abandonando sus localidades de origen. Hasta ahora la inmensa mayoría de las personas que hemos recibido en Almería han ayudado a nuestro progreso, contribuyendo a la mejora de nuestra economía.
Acabamos de recibir a un inmigrante de pro el señor Arenas, presidente del Partido Popular de Andalucía y candidato a presidir la Junta de Andalucía. Estoy seguro que el principal motivo que ha traído al señor Arenas a Almería ha sido el trabajar a brazo partido por la mejora de nuestra provincia, sería bueno pues la realización de un debate con otros líderes políticos en los que nos pueda comunicar sus proyectos para una provincia que tan bien conoce y tanto ama, saber que opina sobre que en la autovía del mármol no se construya la circunvalación de Oria, por ejemplo.
En Olvera (localidad natal de Don Javier) hay un balcón conocido como “el balcón del c…” (léase aquí el órgano sexual femenino) por su impresionante altura, desconozco si D. Javier ha tenido que abandonar su localidad natal para evitar caer empujado por dicho balcón, o simplemente ha sufrido un impulso irrefrenable de amor por Almería, de todas formas, a D. Javier, como a todos los inmigrantes, hemos de recibirlo con los brazos abiertos, en lugar de llamarle “cunero” (define el RAE cunero como: Dicho de un candidato o diputado a Cortes: Extraño al distrito y patrocinado por el Gobierno).
Entiendo que al señor Hernando, inmigrante en Almería desde hace algún tiempo, le siente mal que les llamen cuneros al señor Arenas y a él. ¡Habrase visto tal desfachatez!
